
Conspiraciones
¿Estás seguro de creer todos lo que te cuentan los medios de comunicación? ¿No crees en la existencia de un poder oculto que toma parte en tramas oscuras para desarrollar un Nuevo Orden Mundial a su antojo y voluntad?
Ten cuidado: podrÃas estar manipulado. Pero poco importa eso. Ya lo sabÃas, ¿verdad?
![]() | ![]() |
---|
Notre-Dame y el Nuevo Orden Mundial
El dÃa 15 de abril era un dÃa trágico para ParÃs, para todos los franceses, para todos los amantes del arte y para todos los católicos. La emblemática catedral de Notre Dame de ParÃs, una impresionante edificación gótica del siglo XII, ardÃa devorada sin compasión por las llamas. Las primeras hipótesis y lÃneas de investigación apuntan ahora a un incendio accidental, producido justo en medio de las obras de restauración de ciertas zonas del templo.
Lo que a ojos de una persona normal y corriente es una auténtica e histórica tragedia de la que el mundo entero tardará en recuperarse, para otros es otra clara evidencia de que existe un poder oculto y superior, que está empeñado en implantar un Nuevo Orden Mundial.
Ya incluso el mismo dÃa del incendio, muchos usuarios, especialmente en Twitter, argumentaban que el incendio habÃa sido, sin duda alguna, provocado. Pasados varios dÃas, dos vÃdeos provocaban una respuesta masiva en las redes sociales: dos clips de casi treinta segundos cada uno –publicados en Reddit y Youtube– muestran cómo lo que parecen dos figuras humanas manipulan algún objeto que produce dos flashes blancos en la webcam que los está grabando. A pesar de que no hay ninguna referencia al momento del tiempo en el que se está grabando esas imágenes, gran parte de quienes han visto ambas «pruebas» no tienen problema alguno en asegurar que esas son las imágenes previas al acontecimiento más terrible para Francia a nivel artÃstico y cultural.
Quienes apoyan esta rocambolesca teorÃa de la conspiración entienden que el incendio de la catedral parisina es uno de las muchas señas que conducen a la sociedad global de hoy en dÃa a un Nuevo Orden Mundial, en el que el cristianismo será depuesto por los satanistas e illuminati en favor del islam o la cienciologÃa. Otra de las evidencias que, supuestamente, favorecen esta conspiración en las redes es el ataque a una iglesia cristiana en Sri Lanka –cuya autorÃa fue reclamada por el Estado Islámico el martes 23– el domingo 21 de abril. Ante esta descorazonada situación, un usuario en Twitter lamentaba el advenimiento de ese Nuevo Orden Mundial con las siguientes palabras:
https://twitter.com/InCReDuLo20/status/1119217303231639553
Y a pesar de que se acuse a Michelle Obama de estar relacionada con el trágico suceso, –solo porque estaba en ParÃs en el momento del incendio y porque llevaba un collar en el que parece poner burning (ardiendo en inglés)– la realidad es que todavÃa un bombero continúa en estado grave por intentar salvar patrimonio de todos, y que el incendio se trata como un accidente. Nada de satanistas, masones, illuminati, Nuevo Orden Mundial. Nada. Solo una catedral sin su aguja, solo un jorobado sin su casa.
TeorÃas de la conspiración:
¿Occidente trama contra sà mismo?
El mundo actual es un cúmulo de estÃmulos violentos e intrincados, y todos asumimos que existen cosas que nunca podremos llegar a ver o nunca nos contarán: el área 51, las tramas de espionaje de la Guerra FrÃa, las verdaderas reuniones del Foro Económico Mundial de Davos… Pero, sin duda, lo que más suscita la desconfianza de la población y activa las mentes de los teóricos de la conspiración son los atentados o ataques terroristas.
Aun asÃ, no hay que olvidar que son actos de pura maldad que no tienen cabida en un ser humano. Por ello, desde ArtCult los condenamos enérgicamente, sin importar las motivaciones o ideologÃas que los sostengan.
Para los teóricos de la conspiración, el ataque terrorista más importante ha sido, sin duda, el perpetrado contra el World Trade Center y un ala del Pentágono el dÃa 11 de septiembre de 2001. A pesar de que existen múltiples versiones de una misma lÃnea de conspiración –son tantas las ramificaciones que ya se ha perdido la cuenta de las uniones entre las diferentes teorÃas, que se contradicen entre sà la mayorÃa de las ocasiones–, las más populares son las dos siguientes: que la Administración estadounidense de George W. Bush tenÃa conocimiento de los ataques y no hizo nada para impedirlos (llamándose a esta hipótesis L.I.H.O.P. o let it happen on purpose, «deja que ocurra a propósito» en inglés); o que fue una operación de bandera falsa, orquestada por el propio Gobierno de la nación americana contra sus propios ciudadanos (conocida como M.I.H.O.P. o make it happen on purpose, «hazlo a propósito» en inglés).
De ser una de estas hipótesis cierta, la credibilidad de los ciudadanos –no solo de Estados Unidos, sino del mundo entero– se verÃa seriamente mermada, y la escasa fiabilidad de las figuras polÃticas desaparecerÃa. Quizás dando paso, quién sabe, a la anarquÃa.
Pero a nivel nacional el evento que más mentes puso en marcha fue los atentados del 11 de marzo de 2004. Los ataques a la red ferroviaria dejaron detrás muchas preguntas, especialmente tras la pésima gestión informativa del Ejecutivo de José MarÃa Aznar, que ocultó información acerca de la autorÃa de los hechos adjudicando erróneamente dicha autorÃa a la banda terrorista ETA. Junto a otros factores –como los diferentes explosivos usados, la teorÃa de la manipulación de pruebas o la insuficiente vigilancia policial–, periodistas como Luis del Pino o Pedro J. RamÃrez difundieron y elaboraron diversas tramas que trataban de explicar los sucesos ocurridos en aquella fatÃdica fecha.
La curiosidad es la cura para el aburrimiento, decÃa Elen Parr. Aunque si preguntáramos a los teóricos de la conspiración qué es lo que les mueve, seguro que responderÃan de formas muy diferentes y lejanas a la simple curiosidad. TodavÃa a dÃa de hoy, con conflictos tan importantes en marcha como la guerra civil siria o las múltiples crisis de inmigración, decenas y decenas de conspiradores tratan de iluminarnos, de abrirnos los ojos y demostrarnos que todo, incluso los actos más insignificantes de nuestras vidas, están planeados por una suerte de autoridad invisible que lo controla todo con su ojo.
![]() | ![]() | ![]() |
---|